Islandia es un país insular situado en el Atlántico Norte, a 260 km de Groenlandia y a aproximadamente un millar de km del continente europeo. Posee una población de 331.000 habitantes (2010-2012) y una extensión de 103.125 km2, por lo que es el país menos poblado de Europa, y tiene una densidad de población de 2,9 hab. /km2. La capital y ciudad más grande es Reikiavik. Las zonas colindantes en el suroeste del país son el hogar de 2 terceras partes de la población.
Islandia es un país volcánico y geológicamente muy activo. El interior se compone principalmente de una meseta caracterizada por campos, montañas y glaciares de arena y lava. Numerosos ríos glaciares van hacia el mar recorriendo las tierras poco elevadas. El país recibe el calor de la corriente del Golfo y por ello posee un clima templado a pesar de su elevada latitud y su proximidad al Círculo Polar Ártico.
La colonización de Islandia comenzó en el año 874, cuando el cacique noruego Ingólfur Arnarson se convirtió en el primer colono permanente en la isla. En los siglos siguientes, numerosos escandinavos se establecieron en la isla, trayendo con ellos esclavos de origen gaélico. Desde 1262 hasta 1918, fue gobernada por Noruega y Dinamarca. El país se independizó en 1918 y pasó a ser una república en 1944.
Hasta el siglo XX, Islandia se basó en gran medida en la pesca y la agricultura. La industrialización de la pesca y la ayuda del Plan Marshall después de la Segunda Guerra Mundial trajeron prosperidad, e Islandia se convirtió en una de las naciones más ricas y desarrolladas del mundo. En 1994, se convirtió en parte del Espacio Económico Europeo, que apoyó la diversificación en los servicios económicos y financieros.
Islandia se encuentra en la confluencia del Atlántico Norte y el Ártico. Está más cerca de la Europa continental que de la parte continental de América del Norte, por lo que la isla se incluye generalmente en Europa. Geológicamente se encuentra en dos placas continentales. Islandia es la decimoctava isla más grande del mundo, y la segunda más grande de Europa tras Gran Bretaña.
La isla principal tiene 101.826 km2 , y todo el país tiene 103.125 km2 de tamaño, de los cuales el 62,7% corresponde a tundra. Hay treinta islas de menor tamaño en Islandia, incluyendo la Grímsey, poco poblada, y el archipiélago de Vestmannaeyjar. Los lagos y glaciares ocupan alrededor de un catorce por ciento de su superficie; tan sólo el 23 por ciento del territorio del país está cubierto por vegetación.
Geológicamente, Islandia es parte de la cordillera del Atlántico medio, una cresta a lo largo de la que se extiende la corteza oceánica. Esta parte de la cordillera en medio del océano se encuentra por encima de una pluma del manto, lo que hace que sus volcanes sean muy activos.
El clima de la costa de Islandia es oceánico subpolar. La cálida corriente del Atlántico Norte asegura temperaturas anuales generalmente más altas que en la mayoría de los lugares de latitud similar en el mundo. Hay zonas a lo largo de todo el planeta con climas similares al de Islandia (como Alaska o las Aleutianas), a pesar de que estas se encuentran más próximas al ecuador. A pesar de su proximidad con el Ártico, las costas de la isla permanecen libres de hielo durante el invierno.
El clima varía entre las diferentes partes de la isla. En términos generales, la costa sur es más cálida, más húmeda y con más viento que el norte. Las tierras altas centrales son la parte más fría del país. Las zonas bajas del interior en el norte son las más áridas. Las nevadas en invierno son más comúnes en el norte que en el sur.
En 2007, fue el séptimo país más productivo del mundo, y el quinto más productivo por el PIB en paridad de poder adquisitivo . Alrededor del 85% del suministro total de energía primaria en Islandia se deriva de fuentes de energía renovables de producción nacional. La utilización de abundante energía hidroeléctrica y geotérmica ha hecho de Islandia el mayor productor mundial de electricidad per cápita. Como resultado de su compromiso con las energías renovables, el Índice de economía Global Green del año 2014 situó al país entre las 10 primeras economías más verdes del mundo.
Históricamente, la economía islandesa ha dependido en gran medida de la pesca, que todavía proporciona el 40% de los ingresos de exportación y emplea a un 7% de la fuerza laboral. No obstante, la economía es vulnerable a la disminución de las poblaciones de peces. La caza de ballenas ha sido históricamente significativa. El país sigue dependiendo en gran medida de la pesca, pero su importancia es cada vez menor; de una cuota de exportación del 90% en la década de 1960 a una del 40% en 2006.
Hasta el siglo XX, Islandia fue uno de los países más pobres de la Europa occidental. Actualmente, es uno de los países más desarrollados del mundo. El elevado crecimiento de su economía ha llevado a Islandia a ocupar el primer puesto en el informe del IDH de las Naciones Unidas de los años 2007 y 2008, aunque a partir de 2011 su calificación HDI cayó al puesto 14 como resultado de la crisis económica. Según el Índice de Inteligencia de “The Economist” en el año 2011, posee la segunda más alta calidad de vida del mundo. El país también tiene uno de los índices más bajos de todo el mundo en desigualdad de ingresos. La tasa de desempleo del país ha disminuido constantemente desde la crisis. El 4,8% de la fuerza laboral no tenía empleo en junio de 2012, frente al 6% en 2011 y 8,1% en 2010.
A pesar de la decisión de retomar la caza de ballenas en el año 2006, el sector turístico está creciendo, sobre todo en ecoturismo y observación de ballenas. En promedio, recibe alrededor de 1,1 millones de visitantes al año, lo cual es más de tres veces la población nativa.
Paisajes de Islandia desde el aire, video hecho desde un dron.
Selecciona la calidad de video en la parte inferior derecha del mismo en configuración.